sábado, 13 de octubre de 2012

Reflexiones bajo las estrellas



Hoy fui a dar un paseo de noche.
He llegado a un punto en el que necesito salir de casa, me agobia estar encerrada, ver el cielo nocturno me inspira, me gusta.
Como siempre no paro de pensar por cosas que quizá carecen de importancia.
Es curioso como nuestra mente rememora los recuerdos pasados.
A veces es confuso, y doloroso, pasar por un lugar cargado de historias, de risas de conversaciones interminables con amigos...y ver ese lugar, completamente vacío.
Los sentimientos van a la deriva como un barco, nunca sabes si puedes encontrarte en medio de una tormenta, o si todo se llenará de calma...
Me gusta recordar, me gusta volver a sentir esos recuerdos, muchas personas se confunden y piensan que son recuerdos tristes porque nos ponemos melancólicos al verlos de nuevo, pero no es así.


Nuestro cerebro es más inteligente de lo que pensamos y solo escoge los recuerdos felices, por eso mismo, nos hacen tanto daño, porque ya no los tenemos, ya se han convertido en algo del pasado.

Realmente nos duele porque tememos no volvernos  a sentir de esa manera, pero vendrán tiempos mejores y tiempos peores. Sin duda es cierto eso que dicen, de que tenemos que vivir el presente.
Temes perder los momentos felices de tu vida recordando tu pasado, mientras por culpa de eso vas dejando pasar los momentos que te quedan por disfrutar.
Es hora de ser un poco egoísta, de mirar un poco por mi misma 
y no dejar que lo demás me consuma día a día.
La única persona que tiene el poder de hacerme feliz, soy yo misma.

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